¿ COMO FUNCIONA EL TURBO ?
El turbo debe ser una de las cosas que más desea tener en su auto una persona, después del aire acondicionado. Conozca como funciona esta especie de pulmón extra que tienen los autos deportivos y los diesel, tan de moda en los últimos tiempos. Con solo escuchar la palabra turbo se nos vienen varias cosas a la cabeza, entre ellas los autos de alta performance, los de competición como los de CART y por último, los viejos Fórmula 1. Es ineludible que si pensamos en turbocargadores también hagamos referencia a los populares motores diesel, que han visto mejoradas sus prestaciones gracias a la inclusión de este dispositivo.
Más allá del tipo de motor al que hagamos referencia, el turbo se asocia indefectiblemente con el aumento de potencia. Esto no sucede de manera antojadiza, sino porque la función del turbo es elevar la potencia del motor sin que por ello aumente su peso o se altere demasiado su arquitectura. El principio básico que rige el funcionamiento de este aparato es el siguiente: el turbo se encarga de comprimir aire antes de que este ingrese en los cilindros, donde se produce la detonación de la mezcla (combustible y aire). Al comprimir aire, se puede introducir una mayor cantidad de este y combustible. Esto hace que mejore la mezcla, que sea más rica, por lo que la detonación tiene mayor fuerza, y consiguientemente se incrementa la potencia del motor. Sencillamente, el turbo permite que se queme más combustible en el motor. El aumento de la presión en los cilindros que genera la aplicación del turbo va de 6 a 8 psi (libras por pulgada cuadrada). Para ilustrarlo de forma simple, la presión ambiente es de 14.7psi, por lo que este fenomenal aparato consigue ingresar hasta un 50 por ciento más de aire dentro del motor. Aquí debemos aclarar que esto último no significa que la potencia aumentará en un 50 por ciento, ya que entra en juego el rendimiento, la eficiencia, del turbo. El incremento de potencia posible oscila entre un 30 y un 40 por ciento. El turbo consta de una turbina y un compresor, ambos montados sobre un mismo eje. La razón de esto es la siguiente: los gases que son producto de la combustión, al salir del cilindro, pasan por la turbina, haciéndola girar. Al estar sobre el mismo eje, el movimiento de la turbina hará mover al compresor, que permitirá introducir más aire al cilindro (de ahí su nombre). Esta turbina gira a velocidades de hasta 15.000 rpm.
Los autos más viejos equipados con carburador aumentan automáticamente el paso de combustible para adecuarlo a la creciente cantidad de aire que entra los cilindros. Los equipados con inyección de combustible también harán esto debido al trabajo de un sensor de oxígeno que determina si la relación de transformación aire-combustible es correcta. Pero si se agrega un turbo con demasiada presión de soplado a un coche con inyección, dicho sistema no podrá proporcionar suficiente combustible, por lo que habrá que modificar el software del sistema para conseguir la máxima ventaja del uso de un turbocargador. Otra de las ventajas del turbo se palpa en las zonas de elevada altitud, donde el aire está menos denso. Los motores atmosféricos verán reducida su potencia al subir la altitud porque para cada movimiento del pistón, ingresará una masa de aire más pequeña al motor, en cambio, con un motor turbo este efecto se atenúa porque el aire más fino es más fácil de bombear por el turbo. Y no podemos dejar de hablar del intercooler: este no es otra cosa que un radiador, por lo tanto es un componente adicional del turbo. El aire comprimido se calienta, por lo que el intercooler aumenta la potencia del motor enfriando el aire presurizado que sale del compresor antes de entrar el motor. Esto significa que si el turbocargador está funcionando, el intercooler introducirá mucho más aire fresco, que es más denso y contiene más moléculas de aire que si estuviera caliente. Se debe tener en cuenta que el efecto del turbo en la potencia no es instantáneo ni bien se pisa el acelerador, sino que tarda unos segundos en entrar en funcionamiento. Generalmente, la acción del turbo comienza cuando el motor superar una cifra cercana a las 2.000 rpm.
Otra de las recomendaciones a tener en cuenta a la hora de pensar en colocarle un turbo a un motor que no lo trae de fábrica es la idoneidad del mismo para la aceptación de dicho sistema. Lo más probable es que haya que realizar unas cuantas modificaciones para que su vida útil no se vea disminuida sustancialmente. Recuerde que para extender la vida útil del turbo se debe prestar especial atención al lubricante que debe reponerse periódicamente o cada cierta cantidad de kilómetros, de acuerdo a los requerimientos especificados por el fabricante. Este dispositivo trabaja a altísimas temperaturas, por lo que debe ser protegido de estas y los daños por fricción. Como usted ha visto, para disfrutar del turbo y sobre todo de su auto hay que tomar ciertos recaudos en pos de una mayor durabilidad. Entender como funciona este mecanismo es una buena manera de comenzar a cuidarlo.
Fuente: Arrancar.com
Más allá del tipo de motor al que hagamos referencia, el turbo se asocia indefectiblemente con el aumento de potencia. Esto no sucede de manera antojadiza, sino porque la función del turbo es elevar la potencia del motor sin que por ello aumente su peso o se altere demasiado su arquitectura. El principio básico que rige el funcionamiento de este aparato es el siguiente: el turbo se encarga de comprimir aire antes de que este ingrese en los cilindros, donde se produce la detonación de la mezcla (combustible y aire). Al comprimir aire, se puede introducir una mayor cantidad de este y combustible. Esto hace que mejore la mezcla, que sea más rica, por lo que la detonación tiene mayor fuerza, y consiguientemente se incrementa la potencia del motor. Sencillamente, el turbo permite que se queme más combustible en el motor. El aumento de la presión en los cilindros que genera la aplicación del turbo va de 6 a 8 psi (libras por pulgada cuadrada). Para ilustrarlo de forma simple, la presión ambiente es de 14.7psi, por lo que este fenomenal aparato consigue ingresar hasta un 50 por ciento más de aire dentro del motor. Aquí debemos aclarar que esto último no significa que la potencia aumentará en un 50 por ciento, ya que entra en juego el rendimiento, la eficiencia, del turbo. El incremento de potencia posible oscila entre un 30 y un 40 por ciento. El turbo consta de una turbina y un compresor, ambos montados sobre un mismo eje. La razón de esto es la siguiente: los gases que son producto de la combustión, al salir del cilindro, pasan por la turbina, haciéndola girar. Al estar sobre el mismo eje, el movimiento de la turbina hará mover al compresor, que permitirá introducir más aire al cilindro (de ahí su nombre). Esta turbina gira a velocidades de hasta 15.000 rpm.
Los autos más viejos equipados con carburador aumentan automáticamente el paso de combustible para adecuarlo a la creciente cantidad de aire que entra los cilindros. Los equipados con inyección de combustible también harán esto debido al trabajo de un sensor de oxígeno que determina si la relación de transformación aire-combustible es correcta. Pero si se agrega un turbo con demasiada presión de soplado a un coche con inyección, dicho sistema no podrá proporcionar suficiente combustible, por lo que habrá que modificar el software del sistema para conseguir la máxima ventaja del uso de un turbocargador. Otra de las ventajas del turbo se palpa en las zonas de elevada altitud, donde el aire está menos denso. Los motores atmosféricos verán reducida su potencia al subir la altitud porque para cada movimiento del pistón, ingresará una masa de aire más pequeña al motor, en cambio, con un motor turbo este efecto se atenúa porque el aire más fino es más fácil de bombear por el turbo. Y no podemos dejar de hablar del intercooler: este no es otra cosa que un radiador, por lo tanto es un componente adicional del turbo. El aire comprimido se calienta, por lo que el intercooler aumenta la potencia del motor enfriando el aire presurizado que sale del compresor antes de entrar el motor. Esto significa que si el turbocargador está funcionando, el intercooler introducirá mucho más aire fresco, que es más denso y contiene más moléculas de aire que si estuviera caliente. Se debe tener en cuenta que el efecto del turbo en la potencia no es instantáneo ni bien se pisa el acelerador, sino que tarda unos segundos en entrar en funcionamiento. Generalmente, la acción del turbo comienza cuando el motor superar una cifra cercana a las 2.000 rpm.
Otra de las recomendaciones a tener en cuenta a la hora de pensar en colocarle un turbo a un motor que no lo trae de fábrica es la idoneidad del mismo para la aceptación de dicho sistema. Lo más probable es que haya que realizar unas cuantas modificaciones para que su vida útil no se vea disminuida sustancialmente. Recuerde que para extender la vida útil del turbo se debe prestar especial atención al lubricante que debe reponerse periódicamente o cada cierta cantidad de kilómetros, de acuerdo a los requerimientos especificados por el fabricante. Este dispositivo trabaja a altísimas temperaturas, por lo que debe ser protegido de estas y los daños por fricción. Como usted ha visto, para disfrutar del turbo y sobre todo de su auto hay que tomar ciertos recaudos en pos de una mayor durabilidad. Entender como funciona este mecanismo es una buena manera de comenzar a cuidarlo.
Fuente: Arrancar.com
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